sábado, 3 de febrero de 2007

La Ciudad: políticas, proyectos y gestión.


Lo siguiente es un resumen de parte de una Charla de Manuel Castells en el acto de clausura del Máster “La ciudad: políticas, proyectos y gestión”. Barcelona 21/02/2000. Disponible en http://www.fbg.ub.es/


Según Castells (2000), las ciudades en la era de la información, se convierten en medios productores de innovación y de riqueza capaces de integrar tecnología, la sociedad y la calidad de vida en un sistema interactivo que produzca un círculo virtuoso de mejora, no sólo de la economía y de la tecnología, sino de la sociedad y de la cultura. Para apoyar la afirmación anterior Castells plantea que las ciudades, en la nueva economía, son los medios de innovación tecnológica y empresarial más importantes. Para ello cita a Cambridge, un medio de innovación tecnológica en el Reino Unido, ligada al Área Metropolitana de Londres; y en Estados Unidos, Silicon Valley unida al Área Metropolitana de San José, una ciudad con mayor población que San Francisco. En la medida que las ciudades se convierten en medios de innovación, también se convierten en centros de atracción para personas talentosas con conocimientos e ideas y también para los capitales de riesgo que permiten la innovación e impulsan sus pujantes economías.

Las personas talentosas resultan de tres elementos. El primero, la educación, capaz de producir gente con autonomía de pensamiento y con capacidad de autoprogrmación y de adquisición de conocimientos en el resto de su vida. Esto implica el desarrollo de la capacidad educativa en un sentido amplio, generando un sistema de relaciones sociales con su entorno.

El segundo elemento, servicios públicos que funcionen, ya que si los servicios públicos funcionan, en especial los municipales, es absolutamente decisivo para que todo lo demás funcione. El deterioro de todo lo que es colectivo acaba impactando la productividad del trabajo. Castells cita una encuesta en Silicon Valley (SV) donde el 80% de las personas están entusiasmadas con su trabajo y su dinero pero que no soportan la vida en SV porque tienen que pasarse tres horas y media al día en embotellamientos de tráfico, porque no pueden respirar, porque están aislados, porque el individualismo feroz, porque la familia se hunde. Es decir, una total insatisfacción con todo los que no es el trabajo y el dinero. Estas personas viven encerradas en su trabajo pero fundamentalmente el deterioro de todo lo que es colectivo acaba impactando sobre la productividad del trabajo.

En tercer elemento lo constituye la calidad de vida en un sentido amplio. Según Castells existen investigaciones que muestran como la calidad de vida hace dos cosas en los medios de innovación, atraen gente y la retiene haciendo posible que ese talento produzca aplicaciones tecnológicas y empresariales alineadas con la calidad de vida.
En términos sintéticos, reflexiona Castells, existe un efecto retroactivo de calidad de vida sobre productividad y de ésta sobre calidad de vida. Es un efecto virtuoso: calidad de vida urbana y metropolitana y su efecto sobre la productividad y la creación de riqueza.

De las ideas de Castells, acá resumidas, se puede puntualizar que las ciudades en la era de la información requieren de los siguientes aspectos: gente talentosa, capitales que impulsen sus economías, servicios públicos que funcionen y un nivel de vida adecuado. Todos esos aspectos interactúan en un círculo virtuoso que afecta la productividad y la creación de riqueza.